Hace un poco más de un año, empecé a entrenar con Patricia. Yo no tenía ni idea de marcha nórdica, pero tenía curiosidad y decidí probarlo.
Ahora después de más de un año de práctica, con muchos kilómetros con mis bastones, no puedo vivir sin entrenar, los martes y los jueves, subiendo y bajando montañas.
Patricia nos hace vivir la marcha nórdica desde el respeto a nuestro cuerpo y a la montaña. Ella es especial, nos empuja a mejorar, a superarnos, a respetarnos, a querernos como grupo! Patricia no solo es instructora, es cuidadora, es entrenadora, es divertida y tiene un don especial… nos hace tener “mono” de sus clases, dónde pasamos de los problemas y el estrés diario, a ser un equipo terriblemente loco, que conecta con la persona, la naturaleza y el deporte que nos mantiene jóvenes, fuertes y saludables.
¡Gracias Patricia, por tanto! mucha suerte 🫶🏻